Rejilla fina

Tarea:
La rejilla fina es la última fase en la cadena mecánica de tratamiento de agua antes de las bombas y sirve para protegerlas. Debido a la estrechez de las hendiduras, que propicia un alto grado de suciedad que debe ser eliminada, cuenta con un mecanismo regular de limpieza automática.
Grado de filtración:
Para proteger las bombas con eficacia, se recomienda que las hendiduras tengan una anchura de entre 10 y 40 mm. Según el tamaño del impulsor de la bomba posterior, se recomienda que las hendiduras tengan una anchura de

• 20 – 40 mm para circuitos de refrigerante primario
• 10 – 20 mm para circuitos de refrigerante secundario.

La determinación final se establece específicamente para cada proyecto.

Función:
El agua atraviesa la hendidura de la rejilla fina y la suciedad de mayor tamaño queda retenida. Al alcanzar un nivel diferencial preajustado en la entrada y la salida de la rejilla, mediante temporizador o mediante inicio manual, un limpiarrejas cóncavo se desplaza desde su posición más alta, posición de reposo, por unos carriles guía laterales hasta bajar al fondo del canal. En el punto más bajo, el limpiarreja se cierra y alcanza los huecos de la rejilla de la pantalla con su peine de dientes. Su amplio grado de apertura permite también recoger la suciedad acumulada frente a la rejilla. Una vez recorrido el nivel de aire/agua, el limpiarreja alcanza sobre el nivel del terreno un rascador pilotado que descarga la suciedad del limpiarreja en un contenedor o canal de lavado.